El Naranjo: Tablao flamenco en pleno Buenos Aires 

Un buen zapateo, hechiza. El Naranjo es capaz de demostrarlo. 

Es una experiencia cultural y gastronómica que promete transportar a sus comensales a un tablao andaluz, transformando una cena en un viaje sin necesidad de despegue. Juan Naranjo, Andrea Ruffolo, Gisela López y Agustín Hellín crean un espectáculo de flamenco que combina la autenticidad y la pasión del arte español.  

La cita es a las nueve de la noche. En no más de diez minutos pasada la hora acordada, el espacio comienza a llenarse de familias, grupos de amigas, turistas, etcétera, hasta quedar repleto. Entonces, en todas las mesas se ve la misma recepción: una tabla con alioli, tostadas, berenjenas al escabeche y empanadas de copetín. Luego, la entrada de tapas. El servicio es impoluto, no pasan siquiera cinco minutos de terminado el primer plato hasta que el siguiente aparece en la mesa. Antes de llegar al principal, Andrea Ruffolo sube al escenario y se devora la atención de todos. Una voz arenosa, pero potente, argentina pero andaluza, algo que solo puede describir la propia escucha. 

Sin embargo, el talento del grupo no termina en la voz de Andrea ni en su danza con castañuelas; el zapateo de Gisela como el de Juan Naranjo, quien da nombre al espacio, es hipnótico, y la guitarra, por Agustín, acompaña toda la velada de manera impecable. 

La ambientación no es lujosa, más bien similar a la que puede encontrarse en un bodegón: apenas se atraviesa la puerta, lo primero que se distingue es la calidez. Después, una barra de madera, paredes de un color naranja apagado, mesas pequeñas bastante próximas unas de otras. El protagonista del espacio es un pequeño escenario con cuatro sillas dispuestas en fila, de frente al público. A su alrededor, cuelgan bastidores vinílicos con imágenes de Paco de Lucía, Lola Flores, Camarón de la Isla, entre otros. También luces un tanto noventeras que varían entre azules y rojos. Bordeando el proscenio, una fila de velas artificiales que en cualquier otro lado serían discutibles, pero de alguna manera, dan sentido a todo lo que pasa ahí. En el resto del espacio, hay cuadros de distintos tamaños y colores, y dos grandes abanicos españoles colocados sobre una de las paredes de forma cruzada. 

Las personas se muestran embelesadas, gritan “ole”, zapatean desde sus lugares, aplauden al ritmo flamenco y  suben casi todo a Instagram. Al inicio de la cena, Ruffolo indaga por cumpleaños o aniversarios en la sala y, al final, se invita a los homenajeados a celebrar en el escenario mientras hacen un recap de las canciones que interpretaron durante la noche.

Cada jueves, viernes, sábados y domingos por la noche, los bailaores, guitarristas y cantaores suben al escenario para ofrecer un show que combina técnica, emoción y tradición. La capacidad de los artistas y la intensidad de su interpretación logran cautivar al público, creando una atmósfera deseadamente repetible. 

El Tablao Flamenco «El Naranjo» es el lugar ideal para disfrutar de una salida diferente. Los precios del menú con espectáculo incluido son de $15000 por persona, con opción de menú vegetariano. Las reservas se pueden realizar enviando un correo a reservas@elnaranjo.com.ar.

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