Francisca “Panchi” Berola es una jóven de 28 años, jugadora del seleccionado argentino de hockey indoor. Luego de conseguir el subcampeonato en la Copa Panamericana 2024, finalizada el pasado mes, Berola habla con Agencias UCES para compartir un poco sobre su vida profesional, la experiencia de representar al país con la camiseta de las Leonas de pista, y para reflexionar sobre la salud mental de los deportistas.
“¿Cómo viví el salir subcampeona? Siempre vestir la camiseta y estar representando al país en un torneo internacional es algo único, la verdad. Es algo con lo que todas las jugadoras de cualquier deporte sueñan. Por suerte para mí se dio con mucha alegría y con mucha pasión”.
Panchi comenta que su primer contacto con el deporte fue a los 10 años: “ Yo había nacido en Buenos Aires, pero a los 7 años me fui a vivir a Ushuaia. […] La verdad es que empecé a jugar porque en 4to grado me cambié a un colegio que tenía como opción hacer hockey pista, como deporte fuera del colegio, y todas mis amigas iban entonces fui. A su vez también hacía tenis y escuelita de esquí”. Teniendo en cuenta que lugares con climas como el de Ushuaia (frío, nublado y seco) son los más propensos a generar bajas de energía y depresión en los habitantes, todos los colegios de la ciudad incitan a los chicos a moverse y realizar actividades físicas.
El hacer ejercicio no sólo la ayudó a mantenerse activa durante su formación primaria y secundaria, sino que La Leona comenta que el hockey también le abrió un montón de puertas a conocer diferentes lugares y personas: “En principio cuando vivía en Ushuaia fui a jugar a muchas ciudades de la Patagonia Argentina y algunas provincias del norte también. Luego de conocer todos esos lugares, y ya viviendo en Buenos Aires, el hockey me dio la posibilidad de, directa o indirectamente, cruzar el charco y conocer Europa. Viví un año en España y después de ahí viaje un mes y medio. Después también conocí Canadá dos veces, e hice un viaje de gira con el SIC (mi club de Buenos Aires) a Sudáfrica. Técnicamente la mayoría de los lugares que conocí fueron gracias al hockey.”
Pero esto no fue lo único que posibilitó el deporte, sino que también le permitió una oportunidad para representar al país: “La primera vez que me llamaron fue muy sorpresivo. Habíamos tenido concentraciones durante el año, pero no había ningún objetivo o viaje en vista y diciembre era mi último mes de colegio. […] Me llaman y me dicen ‘quedaste en la lista para irte a Canadá a jugar un Cuatro Naciones, amistosos’.” La emoción de Berola en aquel momento es descrita por ella misma como “inexplicable”.
“Así que ahí tuve la primera oportunidad de ponerme la camiseta y jugar contra Canadá, Estados Unidos y Sudáfrica. Después estuve presente en todo el proceso del Panamericano de Guyana 2017, el cual quedé afuera en la anteúltima lista. Luego participé en dos procesos más en 2021 y este año tuve la suerte de quedar, entre un montón de chicas de todo Argentina, y poder participar de la Copa con el equipo argentino”.
Este tipo de oportunidades, dice Panchi, “implican que estés constantemente entrenando por tu cuenta, pensando en la alimentación, en el no tomar alcohol y el realizar todo de la mejor manera para cuando haya un proceso de selección para un torneo, poder rendir al máximo y estar preparada. Es tener la cabeza pensando constantemente en tener que estar física y mentalmente bien para cuando llegue la oportunidad.”
“A todo esto, también soy psicóloga y estoy, de a poquito, empezando a ejercer la profesión en un centro médico. Ahora estoy empezando un postgrado sobre psicología del deporte. Creo que desde que empecé a estudiar psicología siempre lo hice pensando en que, cuando me reciba, yo quería especializarme en esto, en cómo unir las dos cosas que me gustan”.
Cuando se le preguntó por el tema de cuidados y salud psicológica de los deportistas, Berola comentó: “Hoy en día por suerte se está hablando muchísimo de la salud mental en los deportistas. […] La verdad es que creo que tiene una importancia muy muy fuerte, que tiene que estar siempre presente. Los medios, los entrenadores, los cuerpos técnicos, los padres tienen que entender que el deportista, antes de ser deportista, es una persona. […] Tener en cuenta, eso que el deportista no está solo viviendo para jugar al hockey, o para hacer algún deporte, sino que aparte tiene un montón de otros problemas: tiene familia, tiene amigos, tiene otros ámbitos, etc. […] Uno tiene que estar bien como persona para poder rendir adentro de la cancha. Es un tema que tenemos que tener todos muy en cuenta y que nos tenemos que capacitar para poder entender a esas personas”.
Sobre su situación mental actual dijo que ella tenía, “por suerte”, el apoyo incondicional de su familia y su equipo. Entre el estudio y el deporte es fácil “bajonearse” por cosas irrelevantes, pero contando con el apoyo de su entorno logra mantenerse enfocada en lo importante. “Obviamente el apoyo de mi familia en estos procesos, y con mi vida hockistica, es único y me bancan en todas. No puedo quejarme porque realmente me apoyan muchísimo.”
Agencias 