Faltan dos días para la manifestación programada por los estudiantes de la UBA, que propone marchar desde Congreso hasta Plaza de Mayo, en protesta por el recorte de fondos a las universidades públicas del país. La demostración va a empezar a las 15:30 hs y el acto “principal” a las 18 hs, frente a Casa Rosada. Tanto profesores, como dirigentes políticos, artistas y estudiantes de otras instituciones universitarias privadas ya expresaron su apoyo, y comunicaron su participación en la marcha del 23 de abril.
Ante la primera amenaza de manifestación, el gobierno de la nación expresó lo siguiente: “El 9 de abril ingresó la nota de pedido de ampliación presupuestaria de la UBA, se le notificó que se aceptaban sus pedidos y ya está firmado el pago. Sin embargo, cortan la luz para seguir sembrando el pánico entre los alumnos. Es mentira que no van a abrir en el 2° cuatrimestre, pero evidentemente quieren aterrorizar y lo hacen las autoridades”, escribió vía X (Twitter) el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez. Sin embargo, fuentes de la UBA desmintieron los dichos del subsecretario y reforzaron la convocatoria.
La vasta mayoría de los estudiantes de la prestigiosa universidad verbalizaron su descontento en redes sociales, sobre todo en la plataforma X, que se nutre de contenido que se puede prestar a la polémica:
Entre los posteos expuestos, se pueden ver dos posturas claras: aquellos que, mediante memes, “juegan” con la situación y el apoyo de la UADE a las universidades públicas; y aquellos que denuncian y expresan su disgusto. Varios de estos estudiantes, fueron entrevistados por Agencias UCES, y comentaron lo siguiente:
“Lamentablemente la situación con el presupuesto de la facu se ve muy exacerbada por el tinte político de los últimos tiempos, entonces a veces el reclamo termina tapado o confundido con una marcha política. Ahora, la realidad es que realmente se está cursando peor que en los últimos años. Y ya ni siquiera lo digo como alumna sino como docente. Cómo estoy en el dpto de Orgánica tengo acceso a los presupuestos del departamento para comprar insumos y nos estamos quedando sin todo y no hay para reponer. El lunes tengo que dar clase y tenemos un agujero en el techo, si llueve suspendemos. […] en mi turno de orgánica somos cinco ayudantes de segunda, ad honorem, que si nos vamos tienen que cerrar el turno. […] Siempre hay algo de plata. Pero no sé dónde está porque nosotros no la estamos recibiendo, realmente es muy triste. […] Hay un aire muy tenso en la facultad, el problema es posta” dijo Agustina, de 21 años, estudiante de Ingeniería Química y ayudante de Química Orgánica en UBA.
“[…] en los alumnos abunda lo que es el ‘miedo’, sentimiento común, más que nada por la incertidumbre. No sabemos qué va a ser de nosotros. […] Todos los finales que ya rendimos, ¿se pierden, o no se pierden? ¿Tengo que buscarme otra universidad?, eso es literal lo que se habla en todos los grupos. Todos igual seguimos fingiendo demencia, y seguimos estudiando hasta mayo/junio y lo que quede. […] Cualquier materia tiene sus aulas, pero como quieren minimizar el uso de la luz, algunas materias ahora se dan en ‘espacios comunes’ como pasillos, puertas, etc. También afuera de la facultad. […] Yo se que la UBA no siempre funciona bien, ni de las mejores maneras, pero no por eso hay que terminar de hacerlo pelota y desfinanciarlo para que desaparezca. No hay que perder algo que verdaderamente funciona por el capricho de uno” explica Federico, de 20 años, estudiante de Medicina en UBA.
“[…] hay mucha gente enojada, eso es lo que noto, tanto de alumnos, como de profesores. Los profesores nunca hablaban de política en mi facu y tampoco mencionan a Milei, pero si están tirando indirectas sobre marchar. […] Lo más impactante fue que llegué y habían muchas luces apagadas porque ‘falta el presupuesto para la luz’, muchos sectores a oscuras. […] siempre hubo carteles, carteles pegados de política, pero ahora leí algunos que decían ‘Milei, la casta no somos nosotros’ y así” expresó Natalia, de 21 años, estudiante de Derecho en UBA.
“Creo que en estos últimos días todos los estudiantes de la UBA nos hemos sentido sumamente afligidos por la situación. Más allá de cuál sea la postura política de cada uno, la mayoría coincidimos en que la reducción de presupuesto carece de toda racionalidad. […] El gasto en transferencias a universidades es mínimo en comparación con el impacto positivo que podría tener en la reducción del déficit, y esto lo saben incluso las personas más afines al gobierno. Partiendo de esta idea, creo que lo que más duele es que intenten desprestigiar en general a todo el sistema educativo universitario público actual. Sabemos que no es perfecto y que hay muchas cosas que mejorar, pero funciona y es uno de los mejores de Latinoamérica. […] Esperamos que la marcha del 23 de abril invite a reflexionar a todos y que se demuestre realmente lo importante que es defender esta institución: pública, de calidad y gratuita.” comenta Franco, de 23 años, estudiante de Economía en UBA.
“Considero que todo lo que está pasando con la facultad de la universidad de buenos aires es muy triste y desesperante para los alumnos, ya de por sí, todo lo que está pasando no es un problema actual, viene de hace años, pero el contexto económico no ayuda. Espero que poco a poco podamos resolver estos problemas ya que la educación pública y gratuita es nuestro derecho” termina por decir Magalí, de 22 años, estudiante de medicina en UBA.
Ya no parte por una orientación política, sino que pasa por una cuestión educativa. El derecho a la educación es, según la UNESCO: “un derecho humano fundamental que permite sacar a los hombres y las mujeres de la pobreza, superar las desigualdades y garantizar un desarrollo sostenible”. A su vez, como destaca la página oficial del Ministerio de Capital Humano, “La educación en Argentina es reconocida como un derecho y el Estado, tanto nacional como provincial, debe asegurar la igualdad, gratuidad, laicidad y el acceso a todos los niveles del sistema educativo en el ejercicio de este derecho para toda la población que vive en el país”.
Agencias 